lunes, 24 de marzo de 2014

Agua grifo / botella ?




Agua de Grifo o embotellada



Respecto a la seguridad sanitaria del agua envasada respecto a la de la red de abastecimiento por tuberías, puede indicarse que si bien el agua del grifo puede estar contaminada por distintos elementos químicos, físicos y micro biológicos, es más fácil de controlar en los sistemas de distribución y de reducir el riesgo de toda la población que cuando algunas sustancias están presentes en las botellas. El agua en las botellas se almacena durante periodos de tiempos más largos y a mayores temperaturas que en el caso de las instalaciones de un sistema de abastecimiento, lo cual puede favorecer el crecimiento de algunos microorganismos.
 Un reciente estudio holandés (Facultad de Medicina de Ni mega. Holanda) ha realizado un análisis a 68 muestras de aguas envasadas de otras tantas marcas de 16 países y han encontrado rastros de bacterias en el 37% de ellas y de hongos en un 4%. Este nivel de contaminación relativamente bajo no representa, según los investigadores, un riesgo para un consumidor sano pero si podría suponer un peligro en pacientes con  un sistema inmune debilitado.
 Se daría la circunstancia de que estos enfermos reciben agua mineral embotellada en la creencia de que es más segura que la del grifo.
Marylynn Yates, micro biología de la Universidad de California en Riverside, cita el reporte publicado por el Consejo Nacional de Defensa de Recursos (National Resource Defense Council) en 1999 tras de cuatro años de estudio sobre la industria del agua embotellada en el que 33 por ciento de las botellas de agua analizadas de 103 marcas diferentes contenían cantidades significativas de contaminación química o bacterias, más de la permitida por normas estatales o industriales. De las muestras, 20 por ciento contenían algunas sustancias químicas como solventes y sustancias químicas industriales en uso para la manufacturaciòn del plástico. De preocupar también es la presencia de arsénico, cancerígeno que ha sido encontrado tanto en aguas municipales como embotelladas. "Estar expuesto a niveles peligrosos de arsénico por más de 10 años puede provocar cáncer de la piel"
El agua embotellada es mucho más costosa que el agua municipal. "En ocasiones el agua embotellada está más contaminad que el agua regular", dice Yates. "Un nombre original y una etiqueta atractiva no garantizan que el agua sea pura".
Se calcula que en 25 a 40 por ciento de los casos, los consumidores pagan entre 240 a 10,000 veces más por galón de agua embotellada que, en muchos casos, proviene directamente del grifo. Apunta Yates que algunas marcas de agua embotellada tienen dibujos de montañas glaciales en la etiqueta y dicen ser aguas "de manantial" (spring water) a pesar de que su fuente de abastecimiento es el agua municipal.
El crecimiento de la industria del agua embotellada, que se ha más que triplicado desde 1986, se debe en gran parte a la preocupación de los consumidores por la calidad del agua municipal. En años pasados, las embotelladoras con frecuencia enfocaron sus esfuerzos de mercadotecnia en comunidades donde se había encontrado contaminación bacterias o química en las aguas municipales.
Parte de la diferencia en la calidad de agua de diversas fuentes es que son varias las agencias encargadas de vigilar la y son diferentes las normas que usan. Por ejemplo, la Agencia de Protección al Medio ambiente (EPA), reglamenta el agua municipal, y la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) vigila el agua embotellada. No sólo son menos exigentes las normas que aplica la FDA, sino que exime de reglamentos al agua que se embotella y vende dentro de un mismo estado, cosa que sucede en 60 a 70 por ciento de las ventas de agua embotellada. Cuarenta de los 50 estados aplican reglamentos estatales en estos casos, pero 10 estados no lo hacen.
La FDA aplica también normas menos exigentes al agua gaseosa embotellada (carbonated) y al agua estilo "seltzer". Menos de la mitad de los estados aplica reglamentos estatales en el caso de agua gaseosa embotellada y estilo "seltzer".
Legalmente, el agua embotellada puede contener cierta cantidad de la bacteria E. coli u otra bacteria fecal, a diferencia del agua municipal. Otras diferencias se encuentran en el tratamiento y pruebas que se realizan en ambos tipos de agua. Los distribuidores de agua municipal deben tratar el agua para matar patógenos, cosa que no se requiere a los embotelladores de agua. Los niveles de bacteria en el agua municipal se miden cientos de veces al mes; en el agua embotellada, sólo una vez a la semana. Los distribuidores de agua municipal hacen pruebas trimestrales para ver el contenido de sustancias químicas sintéticas; los de agua embotellada, sólo una vez al año.
En la mayoría de los adultos, la mayoría de los contaminantes microbianos que se encuentran en el agua pueden causar sólo problemas de salud pasaderos. Si provocan alguna enfermedad microbicida, tiende a durar un día o dos y, por sus síntomas, muchos la consideran "influencia estomacal".
Los bebés, las mujeres embarazadas y lactantes, las personas mayores o que toman medicamentos que suprimen el sistema inmunologico o quienes tiene limitado el funcionamiento de este sistema por enfermedad corren un riesgo mayor. Se recomienda que si estas personas no están conformes con el agua municipal, deben llamar a las compañías embotelladoras a pedir datos sobre la fuente del agua y los pasos que toman para realizar pruebas, filtrar y desinfectar el agua que embotellan. Si no ofrecen la información, Yates aconseja que no compren ni consuman sus productos.






Rd-florencio/S-Q-A-M-B MARZO 2014

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